ENTRE LO ILEGAL Y LO ARTÍSTICO

-"El grado cero de la violencia, el más pequeño vandalismo posible"

-"No hay mayor placer que lo que no puedes hacer"



La costumbre de escribir el propio nombre en propiedades y lugares públicos es antigua. En Arquelogía se utiliza el término “grafito” o “graffiti” a estas marcas en muros, monumentos e incluso celdas. Sin embargo, hablar coloquialmente del graffiti involucra no sólo la necesidad humana de plasmar algo que demuestre que pasamos por el planeta, sino una forma de expresión que en su esencia se adscribe a la ilegalidad y la apropiación del paisaje urbano para sentirlo como propio.



Desde pequeños nos enseñan los colores, nos incitan a pintar en papel, y a encontrar combinaciones que sean agradables a la vista. Sin embargo, lo que está prohibido nos llama la atención, es atractivo. ¿A quién no le regañaron sus padres por pintar una pared en casa?, ¿quién no ha hecho algo “fuera de la norma” sólo por la adrenalina que genera el hacerlo? La esencia del graffiti es esta ilegalidad de destruir un elemento público para crear algo nuevo, aunque se trata sólo de la firma personal, o de algo más elaborado. En pocas palabras se trata de una violencia visual contra el poder, además de una idea de hacer que el paisaje urbano, las calles y los muros sean menos impersonales y nos identifiquemos a nivel personal con ellos.

Los orígenes del graffiti contemporáneo suelen atribuirse al Hip-Hop. Entre sus formas (tag, tag con outline, bubble letters, throw ups, block letters, wild style, orgánico, basura, characters e ícono), hay reglas (como no pintar sobre otra obra sin previo consentimiento, no utilizar el mismo nombre, no utilizar el mismo dibujo, etc) y en ocasiones hay territorios para algunos grupos. Transgrediendo este movimiento se ha popularizado, ha evolucionado y las reacciones sociales ante ello han sido varias. Los gobiernos destinan presupuesto a borrar o limpiar estas pintas, mientras que otros ofrecen sus muros para que los “artistas” creen a su antojo algo que adorne las calles, y dada su temporalidad, nos encontramos con modificaciones constantes. ¿Es arte o vandalismo?


En lo personal, no me gusta encontrarme con pintas de firmas en las paredes de mi casa. Gasto dinero en poner un color de pintura que me gusta, como para que otros hagan lo que quieran con ella. Sin embargo, si tuviera más espacio, quizá les pediría que fueran un poco más creativos y en lugar de sólo “rayar” su nombre o firma, que hagan algo más creativo, productivo, o artístico quizá. Es una polémica que hoy en día sigue dando de qué hablar, como en Londres, donde el artista Banksy ha llamado la atención y generado la polémica de si borrar o no sus creaciones, al grado de que el museo Tate de Londres provocativamente cubrió su fachada con un graffiti.


¿Tu qué pintarías o crearías en un graffiti si pudieras hacerlo?

Les dejo un par de videos creativos de esta forma de expresión:

BANKSY







MUTO




ALREDEDOR DEL MUNDO




BODYPAINTING